LEGO se toma el aula de clase del siglo XXI




LEGO, uno de los juguetes más reconocidos del mundo, es utilizado en la educación para fomentar el pensamiento creativo, la resolución de problemas y la motricidad fina.

Desde su nacimiento en la década de los ’40, LEGO se ha caracterizado por ser uno de los sistemas de juego más populares entre niños y adultos; tanto así, que hoy en día se considera una herramienta con un gran potencial educativo.

Según un artículo del blog Lego Education, el 65% de los niños terminarán trabajando en empleos que aún no existen, para los que será indispensable desarrollar competencias propias del siglo XXI en cuatro áreas principales: comunicación, colaboración, pensamiento crítico y creatividad. Esta última es en la que se enfocan los currículos académicos basados en LEGO, pues en el proceso de ensamblar bloques y muñecos de plástico es necesario que los estudiantes tengan una mentalidad abierta, sean pro positivos y estén dispuestos a crear nuevas cosas a partir de los recursos que tengan a su disposición.

Con la finalidad de fomentar el aprendizaje de la nueva generación, el Grupo LEGO se ha encargado de desarrollar productos especializados, lecciones académicas e iniciativas que facilitan la implementación de las lecciones de LEGO en el aula de clase.

¿Cómo funcionan las lecciones con LEGO?

Para implementar una lección basada en el juego se tiene que tener en cuenta el número de niños a los que se les dicte la lección, si es una actividad extracurricular o si hace parte del currículo de una materia específica y cuáles son las metas que se quieren alcanzar con la actividad.

Bricks 4 Kids es una compañía que desarrolla programas de aprendizaje basados en LEGO, creados por arquitectos e ingenieros con el objetivo de que los niños creen y jueguen al mismo tiempo, bajo la idea de que los alumnos aprenden mejor a través de actividades que motiven su curiosidad y su imaginación.

«Las temáticas tratadas dependen mucho de la edad de los alumnos. Por ejemplo, con los más chiquitos de jardín y preescolar se pueden realizar animales de colores y figuras geométricas, mientras que con niños más grandes se pueden aplicar leyes de física» aseguró Juan Diego Matallana, maestro del programa académico diseñado por Bricks 4 Kids, quien dicta clases extracurriculares en colegios de Bogotá como el Gimnasio Campestre, el Colegio Gicei, el Colegio Marymount y el Liceo Boston, en una entrevista para Young Marketing.
Clase de LEGO en el Colegio Marymount de Bogota. Imagen: Cortesía B4K.

Según contó Matallana, el aprendizaje más valioso que ha tenido al dictar lecciones basadas en LEGO es comprender cuáles son los intereses y las habilidades de cada estudiante, para así crear estrategias personalizadas que lo ayuden a cumplir sus objetivos.

El docente también afirma que uno de los retos de Bricks 4 Kids, y en general de los maestros que ponen en práctica esta metodología, es transformar la mentalidad de los colegios tradicionales, pues «ven LEGO como un juguete que no aporta nada, así que cambiar ese paradigma de la educación clásica en el aula de clase a una pedagogía más alternativa ha sido una tarea difícil». Aún así vale la pena intentarlo.
Aprendizaje en ‘espiral’

El enfoque académico de los programas que utiliza LEGO está direccionado a motivar y comprometer al estudiante con su proceso de aprendizaje de manera natural, basado en una metodología en ‘espiral’ en donde los niños avanzan gradualmente por diferentes niveles de dificultad.

Esta orientación ha establecido el modelo de las 4 C’s que divide la clase en cuatro etapas:

1. Conectar
El primer paso es capturar el interés del estudiante estableciendo un objetivo retador, que se presenta a través de videos, fotografías o animaciones que los estudiantes encuentren ‘irresistibles’.

2. Construir
En el momento de crear un modelo de LEGO los alumnos trabajan de manera colaborativa en pequeños grupos de trabajo, donde puedan planear, diseñar y probar sus propias soluciones al problema planteado.

3. Contemplar
Una vez es construida la estructura de bloques de plástico, se da paso a un espacio de retroalimentación, donde el profesor hace una serie de preguntas a los niños para que analicen los resultados de su trabajo y establezcan si han logrado los objetivos de la actividad. Este momento es el adecuado para mejorar o adaptar las ideas ya establecidas o crear nuevas propuestas.

4. Continuar
Los planteamientos que hayan cumplido con el reto tienen la posibilidad de extenderse, es decir, ser el punto de inicio para un nuevo desafío, que puede consistir en cambiar o añadir propiedades al modelo, iniciando nuevamente el proceso con la fase de Conexión.


Modelos de LEGO construidos por estudiantes de Bogotá.

«LEGO siempre ha sido una herramienta importante para el mejoramiento del proceso de aprendizaje de los niños, pues desarrolla habilidades sociales y emocionales como paciencia, comunicación y trabajo en equipo, en el proceso de terminar un proyecto» asegura Mauricio Quiroga, director comercial y de logística de la franquicia de Bricks 4 Kids en Colombia.

Además de fomentar el trabajo colaborativo y la capacidad de relacionarse con los demás, en el momento en que se construyen modelos de LEGO se incrementa la autoestima al poder resolver problemas complejos y trabajar sobre la tolerancia a la frustración y la capacidad de adaptación entre otras competencias que ayudan a crear un pensamiento crítico y creativo.
Habilidades cognitivas en funcionamiento

Los objetivos de los programas académicos de Bricks 4 Kids, y en general los basados en LEGO, son introducir conceptos de ingeniería, arquitectura, ciencia y matemáticas de una forma dinámica, que ayude a los niños a apreciar las estructuras que los rodean y su funcionamiento y utilidad.

Según Quiroga y Matallana usar fichas de LEGO en los procesos educativos trae beneficios múltiples para los estudiantes, pues ayuda a mejorar la concentración, la capacidad de seguir instrucciones de manera lógica, la organización mental y la motricidad fina, entre otros.

Implementar LEGO en el aula de clase es una manera innovadora de fomentar habilidades sociales y cognitivas que serán esenciales para los niños de las nuevas generaciones, que además de tener que estar familiarizados con la tecnología y las herramientas digitales, necesitan desarrollar un pensamiento estratégico e innovador a través de metodologías de enseñanza creativas que reten su mente, para que en un futuro puedan construir modelos de negocio auténticos.

Si bien LEGO tiene un gran potencial educativo y ya ha sido adoptado por colegios a nivel nacional e internacional, aún falta mucho para que se convierta en una herramienta indispensable en la educación, pues primero se debe romper con el paradigma de la educación tradicional, que ve el juego como una distracción, más que como un apoyo efectivo en el proceso de aprendizaje.

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