La inteligencia emocional a tu favor

¿Queres conocer más a fondo lo que es la inteligencia emocional

En este artículo encontrarás una breve pero nutrida reseña sobre las particularidades de este concepto conjugadas con preguntas y estrategias que te mostrarán los primeros pasos para cultivarla.

¿Te has encontrado alguna vez en una situación donde las cosas se te salen de las manos? ¿Alguna vez reaccionaste a algún evento con tal violencia o desatino que cuando volviste en ti te sentiste arrepentido y hasta avergonzado? Si no lo has hecho jamás. De verdad te felicito por esa capacidad innata de gestionar tus emociones. Eres muy afortunado.

Yo por mi parte, te confieso que sí he tenido momentos de ira o dolor profundo, de reacciones inadecuadas e incluso épocas dónde cuando algo me “colmaba la paciencia” ni siquiera tenía recuerdo de mis reacciones o de las palabras que dije.

Menos mal mi salud mental, en términos generales, se podría llamar “normal” y nunca llegué a hacer algo que socialmente se considere grave.

Sin embargo, muchas veces me arrepentí de cosas que dije o hice y que lastimaron al otro y a mí misma en múltiples ocasiones. Es por eso que una de las cosas que despertó mi interés a través de los años fue el encontrar la manera de desarrollar la inteligencia emocional.

Al principio no en esos términos. Lo primero fue “controlar” las emociones. Cuando me di cuenta de que esa no era la respuesta y que lo único que lograba era reprimir aquello que estaba sintiendo y hacerlo explotar en otro momento. O convertirlo en sentimientos y estados de ánimo más pesados y autodestructivos, entonces empecé a indagar más a fondo.  

Es por eso que hoy te traigo a la mesa el concepto de la inteligencia emocional, esta no es más que:

“la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional y la habilidad para regular las emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual” (MAYER & SALOVEY, 1997).

¡Maravilloso! ¿No te parece?

Pues siendo que las emociones son una parte integral del ser humano, que además nos ayudan a resolver problemas y facilitan la adaptación al medio, si logramos amigarnos con ellas harán nuestra vida mucho más sencilla y disfrutable.

inteligencia emocional

Para ello te quiero compartir cuatro competencias que es importante cultivar en pos de alimentar tu inteligencia emocional, y convertir a este concepto teórico en una práctica personal cotidiana. Indaguemos más a fondo.

Conciencia Emocional

Esta conciencia tiene que ver con la capacidad para percibir nuestras propias emociones y las emociones de los demás. Para ello es importante que en primer lugar empieces a prestar atención a tus propias sensaciones, a tus emociones.

¿Qué sientes?, ¿cómo se sienten en el cuerpo?, ¿qué pensamientos alimentan?, ¿qué nombre le pondrías a lo que estás sintiendo? 

inteligencia emocional

Así, una vez que lo hayas integrado en ti, también es importante que te ocupes de observar las señales emocionales en las otras personas, tomando en cuenta sus expresiones faciales, movimientos corporales e incluso su tono de voz. 

Y finalmente, esta competencia tiene que ver con tu capacidad de detectar la sinceridad de las emociones expresadas por los demás.

Aunque parece muy difícil de hacer, desde mi mirada es algo que podemos sentir, es innato; a veces decidimos “hacernos de la vista gorda”, pero en el fondo sabemos cuando la emoción del otro es honesta o no lo es.

Asimilación Emocional

Ahora que ya estás en conciencia de tus emociones, sabes como se sienten en el cuerpo y los pensamientos que alimentan; el siguiente paso en el fortalecimiento de la inteligencia emocional habla de tomar en cuenta a las emociones y sentimientos al resolver cualquier desafío que se nos presenta.

¿Te has dado cuenta de cómo las emociones afectan tu capacidad de razonamiento? Si no lo has hecho es muy fácil de comprobar. Pregúntate: ¿Resuelves las cosas de la misma manera desde la ira que desde la calma? No, ¿verdad?

Entonces, esta capacidad de asimilación nos invita a tomar en cuenta el estado emocional desde el que estamos tomando una decisión, si es oportuno tomarla desde ese lugar o esperar a que “se nos pase”.

inteligencia emocional

Si utilizamos nuestras emociones de manera inteligente sin duda alguna serán de mucha ayuda a la hora de procesar información, razonar y tomar decisiones.

Comprensión emocional

Comprender las emociones implica desarrollar la habilidad para distinguir una emoción de otra. Nos hace capaces de anticiparnos y reflexionar sobre las causas generadoras de uno u otro estado de ánimo; y también nos permite proyectar las posibles consecuencias de nuestras acciones.

Nos ayuda a comprender cómo se combinan las emociones más básicas (sorpresa, miedo, ira, tristeza, alegría, desagrado) para dar lugar a nuevas emociones mucho más complejas como pueden ser la vergüenza, la culpa y los celos.

¿Alguna vez has escuchado la expresión: nuestra relación es una relación de amor – odio?

Aunque no lo creas, en esa sola expresión o sensación de que esa relación es de “amor – odio” ya nos estamos haciendo conscientes de la calidad de la emoción que sentimos, y ese darse cuenta de la aparición simultánea de sentimientos contradictorios, también dice de nuestra capacidad de comprensión emocional.

Como te habrás dado cuenta hasta este punto, la comprensión emocional abarca muchas aristas y sin duda alguna se remite no solo a nuestro ser individual sino al desarrollo de competencias eminentemente sociales.

Si somos capaces de comprender a fondo las emociones que nos habitan y que habitan a los demás, surgirán capacidades como la de ponernos en el lugar del otro, la de anticiparnos a las reacciones que podemos esperar de otra persona frente a una situación, e incluso podremos prevenir situaciones no deseadas en nuestra vida.

inteligencia emocional

Regulación emocional

Se podría decir que esta es una de las habilidades más complejas para cultivar. Esta dimensión incluye lo que muchos de nosotros conocemos como la capacidad de gestionar nuestras emociones. Y ¿Qué implica esta gestión?

En primer lugar, implica una apertura a sentir; sentir más allá de que juzguemos que los sentimientos y las emociones que aparecen son “positivas” o “negativas”.

Además, nos llama a reflexionar sobre eso que estamos sintiendo y a descartar o aceptar la información que acompaña al sentir. ¿Has conocido a una persona que es experta en mediar cuando surge un conflicto? ¿Eres tú esa persona que es excelente para mediar cuando se presenta una disputa? Pues de eso también se trata esta competencia.

¿Sabes por qué eres o esa persona es tan buena? Pues todo reside en su habilidad para regular las emociones propias y ajenas; logrando disminuir la intensidad de aquellas que juzgamos conflictivas y resaltar o intensificar las que resultan positivas, para lograr acuerdos. 

Esta habilidad nos llama a tomar la decisión de estar conscientes de nuestras emociones para hacer de nuestro mundo interno y del mundo intrapersonal un espacio más armonioso donde se logre un crecimiento emocional e intelectual.

inteligencia emocional

Entiendo que esto no parece nada fácil, y reconozco que para abordar en profundidad esta competencia y la inteligencia emocional como un todo necesitaríamos más de un libro, no solo un artículo.

Es por eso que te invito a dar los primeros pasos en el camino de cultivar esta habilidad aplicando cinco (5) breves estrategias de gestión emocional en momentos de mucha tensión:

UNO. Date permiso de sentir.

DOS. Respira.

TRES. Habla de lo que sientes con otros. (Sé selectivo: Elige una persona que sientas te escuchará sin prejuicios).

CUATRO. Pide ayuda.

CINCO. Escucha música, haz ejercicio, o elige cualquier otra actividad que implique cambiar tu rutina o darle un tono diferente a tu día.

Pienso que podríamos pasar horas hablando de este tema del que se ha dicho mucho y se sigue hablando. Sin embargo, espero haber contribuido a ampliar tu mirada en torno a la importancia de cultivar nuestra inteligencia emocional para hacer de nuestro mundo interior y en relación con los otros, uno mucho mejor.

Páginación

Entradas populares