Los micromachismos; expresiones cotidianas del sexismo...

Fuente: Violenciadgnerada
El psicólogo Luis Bonino (1995, 1996) propone el concepto de micro-machismo para referirse a aquellas conductas sutiles y cotidianas que constituyen estrategias de control y micro-violencias que atentan contra la autonomía personal de las mujeres y que suelen ser invisibles o, incluso, estar perfectamente legitimadas por el entorno social.


Se refiere, por tanto, a las prácticas de dominación masculina en la vida cotidiana, que
incluyen un amplio abanico de maniobras interpersonales que tienen como objetivo:
a) Mantener el dominio y su supuesta superioridad sobre la mujer objeto de la maniobra.
b) Reafirmar o recuperar dicho dominio ante una mujer que se "rebela".
c) Resistirse al aumento de poder personal o interpersonal de una mujer con la que se vincula, o aprovecharse de dichos poderes.

Estos comportamiento son “micro – abusos” y “micro – violencias” y son efectivos porque el orden social imperante los ratifica, porque se ejercen reiteradamente hasta llevar a una disminución importante de la autonomía de las mujeres y porque muchas veces son tan sutiles que pasan inadvertidos para quien los padece y/o para quien los observa.

Con objeto de describirlos adecuadamente, este autor estableció una tipología delos micromachismos clasificándolos en tres categorías:
A) Los micromachismos coercitivos (o directos); incluyen aquellos en los que el hombre usa la fuerza moral, psíquica, económica o de su personalidad, para intentar doblegar a las mujeres y convencerlas de que la razón no está de su parte. Cumplen su objetivo porque provocan un sentimiento de derrota posterior al comprobar la pérdida, ineficacia o falta de fuerza y capacidad para defender las propias decisiones o razones. Todo ello suele provocar en las mujeres inhibición, desconfianza en ellas mismas y en sus propios criterios y disminución de la autoestima.

Entre los micromachismos coercitivos, Luis Bonino describe los siguientes:
Intimidacion: Comportamiento atemorizante (mirada, tono de voz, …) que se ejerce cuando ya se tiene fama de persona abusiva o agresiva. Se dan indicios de que si no se obedece algo pasará.
Toma repentina del mando: Anular o no tener en cuenta las decisiones de la otra persona, incluyendo tomar decisiones sin consultar, ocupar espacios comunes, opinar sin que se lo pidan o monopolizar
Apelación al argumento lógico: Recurrir a la lógica y a la "razón" para imponer ideas, conductas o elecciones desfavorables para la otra persona
Insistencia abusiva: "Ganar por cansancio", obtener lo que se quiere por agotamiento de la otra persona que al final acepta a cambio de paz.
Control del dinero: Maniobras para monopolizar el uso o las decisiones sobre el dinero, limitando el acceso de la otra persona o dando por descontado que se tiene más derecho a ello.
Uso expansivo del espacio físico: Ocupar los espacios comunes (la sala, el uso de la tele) impidiendo que la otra persona los emplee.

B) Los micromachimos encubiertos (de control oculto o indirectos); incluyen aquellos en los que el hombre oculta su objetivo de dominio. Algunas de estas maniobras son tan sutiles que pasan especialmente desapercibidas, y por ello pueden llegar a ser más efectivas que las anteriores. Este tipo de actuaciones impiden el pensamiento y la acción eficaz de la mujer, llevándola en la dirección elegida por el hombre y aprovechan su dependencia afectiva y su pensamiento "confiado", provocando en ella sentimientos de desvalimiento, confusión, culpa y dudas que favorecen el descenso de la autoestima y la autoconfianza.

Entre los micromachismos encubiertos, Luis Bonino, describe los siguientes:
Maternalización de la mujer: Inducir a la mujer a dar prioridad al cuidado de otras personas (hijos/as, familiares, ….), promoviendo que ella no tenga en cuenta su propio desarrollo personal o laboral.
Maniobras de explotación emocional: Generar en la otra persona dudas sobre si misma, sentimientos negativos y dependencia usando dobles mensajes, insinuaciones, acusaciones veladas, chantaje emocional.
Terrorismo: Comentarios de descalificación (de sospecha, agresivos, …),repentinos, sorpresivos que dejan indefensa a la otra persona por su carácter abrupto.
Paternalismo: Hacer sentir a la mujer como si fuera una niña que necesita cuidados.
Creación de falta de intimidad: Incluyendo no reconocer las necesidades de afecto de la otra persona, la resistencia a hablar de uno/a mismo, invadir los espacios de intimidad de la otra persona, etc.
Engaños: Desfigurar la realidad al ocultar lo que no interesa que la otra persona sepa.
Autoindulgencia sobre la propia conducta perjudicial: Eludir la responsabilidad sobre las propias acciones, negarlas o no darles importancia (“Hacerse el/la tonto/a”, "No me di cuenta", "Quiero cambiar, pero me cuesta"), justificarse apelando a las obligaciones laborales ("No tengo tiempo para ocuparme de los niños").

C) Los micromachismos de crisis; suelen utilizarse para restablecer el reparto previo y mantener la desigualdad de poder en momentos tales como el aumento del poder personal de la mujer por cambios en su vida o por la pérdida de poder del hombre por razones físicas o laborales.

Entre los micromachismos de crisis, describe los siguientes:
Seudoapoyo a las tareas de la casa: Se trata de anunciar el apoyo pero sin hacerlo efectivo. Se evita así mostrar una oposición frontal pero no se colabora en el reparto de la carga doméstica
Desconexión y distanciamiento: Se utilizan formas de resistencia pasiva, incluyendo falta de apoyo o colaboración, no tomar la iniciativa y luego criticar, amenazar con abandonar o abandonar realmente la relación.
Hacer méritos: Maniobras consistentes en hacer regalos, prometer comportarse bien o hacer cambios superficiales, sobre todo frente a amenazas de separación, sin cuestionarse la situación de base o sus causas.
Dar lastima: Comportamientos autolesivos como accidentes, aumento de adicciones, enfermedades, amenazas de suicidio, que inducen a la otra persona a pensar que sin ella él podría terminar muy mal.

Posteriormente, este autor reorganiza su propuesta manteniendo las categorías descritas (aunque diferenciando nuevos elementos en algunas de ellas) y añade una nueva, los micromachismos utilitarios. Sin embargo, en ella se incluyen básicamente comportamientos que ya estaban en la clasificación original (básicamente la maternalización de la mujer y el seudoapoyo a las tareas domésticas).


El concepto de micromachismo ha sido incluido y comentado en la literatura sobre violencia contra las mujeres en nuestro entorno desde su formulación con relativa frecuencia (véanse algunos ejemplos en: Bosch y Ferrer, 2002; Corsi, 1995; Corsi y Peyrú, 2003; Instituto de la Mujer, 2005; Lomas, 2003; Ruiz-Jarabo y Blanco, 2005). Sin embargo, no se disponen de análisis empíricos sobre este concepto o su alcance.

Poniendo hincapié en erradicar estos micromachismos de la interacción cotidiana entre ambos géneros, iremos poniendo fin a aquellos comportamientos que aglutinados conforman la actitud machista imperante en la sociedad. Esta en cada uno/a de nosotro/as facilitar el camino al fin anhelado por quienes interpretamos y entendemos una sociedad igualitaria sin discriminaciones absurdas dimanantes de pensamientos viciados por sociedades patriarcales.

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