La socialización de los niños homeschoolers

Por: Mireia Long
Fecha de publicación: 04-30-2014

Una de las más habituales preguntas y preocupaciones de quienes se interesan por el homeschooling o educación en casa es la socialización de los niños y hoy quiero explicaros algunas cosas a este respecto.

Lo primero es aclarar una cosa, la socialización de sus hijos es uno de los temas que más preocupan también a los padres homescholers, y por tanto, se ocupan de ella activamente. Sorprendentemente es quizá, también, una de las cuestiones que más facilmente se solucionan con un poco de interés por ello.

Los niños homeschoolers tienen una socialización rica, variada y natural. ¿Qué quiero decir con natural? Pues que no viene impuesta por normas o grupos externamente decididos, sino que se produce como socializan normalmente las personas: eligiendo a quienes quieres tener en tu vida más presentes. Hay quien puede ver que esto es una desventaja, y afirmen que es mejor para los niños enfrentarse desde pequeños a grupos que no elijen, todos de la misma edad, en tiempos y espacios acotados y que puedan manejarse con situaciones negativas.

Los niños homeschoolers no están en una burbuja, también tienen oportunidades de llegar a acuerdos y solucionar problemas con sus amigos, pero tienen, eso si, mayor margen de maniobra y pueden cortar la relación más facilmente con quienes no son de su agrado o los tratan mal. Yo creo que eso es una gran ventaja y que les prepara para que, en la vida, sepan poner límites a quienes no los traten bien y sepan elegir con quien mantener relaciones más cercanas con libertad. Quiza aprenden que no hay que tragar, que tienen derecho a buscar alternativas de relaciones sociales que les hagan felices, y eso, sinceramente, creo que es bueno, favorece su autoestima, su resiliencia y su confianza en sus recursos.

Volvamos a la socialización natural. Esta sería variada, con personas de todas las edades y grupos posibles, con profesiones e intereses dispares. La que hace que establezcas, al final, un contacto más estrecho con quienes te aprecien o compartan contigo intereses comunes. Vamos, la socialización normal que cualquier niño tiene cuando sale de la escuela.

Tener amigos, tener proyectos comunes, compartir juegos e investigar juntos en temas de interés común es lo que realmente necesitan los niños. Eso sucede en la vida, en el mundo, no obligatoriamente dentro de las paredes de un centro escolar, en un aula o en las excasas horas de patio. De hecho, cuando se han hecho estudios sobre un colectivo homeschooler suficientementre amplio los resultados indican que los niños educados en casa tienen una socialización incluso mejor que sus pares. Podéis encontrar excelente información al respecto en Homeschoolin Spain, EN ESTE ENLACE. El porcentaje de adultos que habían sido educados en casa que estaban bien integrados socialmente, se sentían felices de su educación, leían , habían podido seguir estudios que deseaban y participaban en actividades de su comunidad era más alto que la media. Es decir, su socialización había sido un proceso exitoso.

Pero, ¿como socializan los niños educados en casa? No hay duda que la mayoría de los niños están escolarizados y pasan gran parte de su jornada en el colegio o haciendo deberes, asi que hay que apañárselas para buscar espacios de socialización aparte del colegio. Y las posibilidades son muy ricas y además, al disponer de más tiempo y mayor flexibilidad horaria, los niños educados en casa pueden participar en ellas.

Muchos niños homescholers acuden a actividades extraescolares con otros niños que van al colegio y asi conocen amigos con intereses comunes: pintura, deportes, clases de idiomas y sobre todo, algo bastante común, música, son las eleciones más habituales en este sentido. Allí además se encuentran con niños que aman las mismas cosas que ellos y están enfocados en su aprendizaje (al menos en teoria) y aportan tanto en el espacio en sí como fuera, ese elemento de relación. Además está el parque, las organziaciones de ocio infantil, los grupos de excursion y actividades en la Naturaleza, los amigos de sus padres, los vecinos y los familiares.

Muchos homeschoolers, aunque no todos, acuden a grupos con otros niños que también estudian en casa y pueden compartir con ellos más libertad horaria. Organizan encuentros, visitan museos y hacen proyectos comunes. Esta es solamente una de las formas en las que socializan, pues, como digo, la mayoría participan en otro tipo de actividades en sus comunidades con niños que si van a la escuela y viven cerca de ellos.

Las actividades que las familias homeschoolers planifican para sus hijos son muy variadas, depende mucho del lugar donde vivan, de como es su entorno, de las edades o preferencias de los niños. No es lo mismo vivir en un pueblo donde los niños juegan en la calle que en una gran ciudad. No es lo mismo un niño pequeño con el que acudimos a un grupo de juego que un adolescente que tiene muy claras sus prioridades e intereses.

Mi hijo juega en la calle con sus amigos del pueblo donde pasamos muchos meses: van a la playa, exploran, se reunen en las casas a jugar o ver pelis o hablar. Va a reuniones con grupos de adolescentes y adultos que comparten con él la pasión por la Ciencia, los juegos de mesas o la ciencia-ficción. Queda con los vecinos y con sus primos en la ciudad. Tiene amigos que viven en otras ciudades y nos damos el gusto de ir a pasar con ellos una semana cuando nos apetece. Ha acudido a clases de pintura, de robótica y de equitación. Viaja a otras ciudades donde entra en contacto con personas diferenes. Comparte experiencias por la red con alumnos de sus cursos online. Va a clases de música en un lugar donde comparte el aula con otros niños y hasta hacen conciertos luego juntos. Realiza proyectos con otros estudiantes que también se educan en casa. Es decir, tiene una vida social rica, variada y feliz.

Los niños educados en casa gozan de una socialización natural, tienen grandes oportunidades de establecer una relación de confianza y comunicación con sus padres y, desde ahi, abrirse al mundo con sus familias, amigos, vecinos, y personas de todas las edades y condiciones, no prioritariamente con niños de sus mismas edades sentados muchas horas en un pupitre en silencio. Llama en ellos la atención que no tienen que pedir permiso para hablar, tratan con seguridad en si mismos a los adultos, te miran a la cara porque no temen ser reprendidos. y saben poner límites a quien no los trata con respeto.

Cada niño es diferente, como todos. Unos necesitan grandes grupos variados. Otros prefieren estar con menos personas. A algunos les gusta pasar ratos a solas y otros prefieren el bullicio. Unos son más lanzados y otros más retraídos. Unos son de esos niños que no paran y otros más serenos. Son niños, seres humanos con variedad y individualidad.

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